Cuando la gente empezó a devolver bolsas de patatas fritas al fabricante, Vaux, para protestar por su difícil reciclaje, la empresa se percató de ello y puso en marcha un punto de recogida. Pero la realidad es que este plan especial solo resuelve una pequeña parte de la montaña de basura. Solo Vox Corporation vende 4000 millones de bolsas de embalaje al año en el Reino Unido, pero solo 3 millones se reciclan en el programa mencionado, y aún no se han reciclado a través del programa de reciclaje doméstico.
Ahora, investigadores afirman haber encontrado una alternativa nueva y más ecológica. La película metálica utilizada en las bolsas actuales de papas fritas, barras de chocolate y otros envases de alimentos es muy útil para mantener los alimentos secos y frescos, pero al estar compuesta por varias capas de plástico y metal fusionadas, es difícil reciclarlas.
“La bolsa de papas fritas es un envase de polímero de alta tecnología”, dijo Dermot O'Hare, de la Universidad de Oxford. Sin embargo, es muy difícil reciclarla.
La agencia británica de gestión de residuos WRAP explicó que, si bien técnicamente las películas metálicas se pueden reciclar a nivel industrial, desde un punto de vista económico actualmente no es factible un reciclaje generalizado.
La alternativa propuesta por O'Hare y sus colegas es una película muy fina llamada nanolámina. Está compuesta de aminoácidos y agua y puede recubrirse con una película de plástico (tereftalato de polietileno o PET; la mayoría de las botellas de agua de plástico están hechas de PET). Resultados similares se publicaron en «Nature-Communication» hace unos días.
Este ingrediente básico inocuo parece crear un material seguro para el envasado de alimentos. «Desde un punto de vista químico, el uso de materiales no tóxicos para fabricar nanoláminas sintéticas es un gran avance», afirmó O'Hare. Sin embargo, añadió que esto pasará por un largo proceso regulatorio, y no se debe esperar que este material se utilice en envases de alimentos al menos dentro de cuatro años.
Parte del desafío en el diseño de este material reside en cumplir con los requisitos de la industria para una buena barrera a los gases, evitando la contaminación y manteniendo el producto fresco. Para fabricar nanoláminas, el equipo de O'Hare creó un "camino tortuoso", es decir, un laberinto a nivel nanométrico que dificulta la difusión del oxígeno y otros gases.
Como barrera contra el oxígeno, su rendimiento parece ser aproximadamente 40 veces superior al de las películas delgadas de metal, y este material también presenta un buen rendimiento en la prueba de flexión de la industria. Además, esta película presenta una gran ventaja: solo existe un material de PET que se puede reciclar ampliamente.
Hora de publicación: 09-oct-2021




